DIETA:
Es muy importante llevar una dieta equilibrada y baja en calorías, evitando alimentos altos en colesterol (carnes procesadas, bollería industrial, snacks, etc.) y que sea rica en frutas, verduras, pescado y legumbres. Esto puede ayudarnos a equilibrar nuestro peso y mantener el colesterol a raya.
En definitiva, lo más recomendable es llevar una dieta mediterránea hipocalórica y evitar las comidas con exceso de sal.
TABACO Y ALCOHOL:
Según los últimos estudios, el tabaco se asocia a un mayor avance de la enfermedad, favoreciendo la progresión de la anquilosis en la columna, y a una peor respuesta del paciente a los tratamientos.
Adicionalmente, el tabaco provoca un mayor riesgo cardiovascular y es cancerígeno. Por todo ello, es muy recomendable dejar de fumar.
En cuanto al alcohol, resulta muy perjudicial, ya que empeora el hígado graso y contraindica el uso de los tratamientos que pueden afectar al hígado.
OBESIDAD
El control del peso reduce el riesgo cardiaco y ayuda a controlar los factores de riesgo cardiovascular: reduce la tensión arterial, el colesterol y los niveles de glucemia. Adicionalmente, mejora la respuesta del paciente al tratamiento y es clave para mantener la inflamación bajo control y para evitar sobrecargas en articulaciones como las rodillas o las caderas.
ESTRÉS
Se ha demostrado que el estrés está asociado con la aparición de brotes de dolor. Para evitarlo, es recomendable realizar ejercicio físico de forma regular, llevar a cabo prácticas de relajación y meditación y disfrutar del tiempo libre con familiares y amigos.
Además, es importante tener en cuenta que el ejercicio y el deporte son un pilar básico del tratamiento de la Espondiloartritis Axial. Descubre aquí los tipos de ejercicios recomendados y sus beneficios para el control de la enfermedad.
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